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2 tipos de personas:
1. Las que sobreviven.
2. Las que viven.
Las primeras son como las hojas de los árboles:
agitadas y arrastradas por el viento de la vida.
Unas caen más abajo y otras más arriba.
Estas personas delegan su bienestar y su destino al viento de la vida.
Las segundas, también son arrastradas por el caprichoso viento de la vida,
pero a diferencia de las primeras,
estas aprovechan los impulsos, empujones y corrientes de la vida en beneficio propio.
Las primeras personas, tienen en común que se quejan, se resignan y pasan gran parte de su vida esperando a que pasen los días y que lleguen sus vacaciones.
Son espectadores de lo que ocurre en sus vidas.
Las segundas personas, se esfuerzan, buscan y descubren sus virtudes, las potencian y las ponen a disposición para crecer. Y hacen por quejarse menos.
Son participantes y actores principales de sus vidas.
No hay un grupo mejor que el otro.
Pero hay personas que quieren estar en el segundo grupo.
Y eso les causa una gran angustia porque en el fondo saben que no lo consiguen.
…Y mientras, la vida se les va como espectadores cuando, en realidad, sueñan con ser protagonistas.
Y quizá ya tengan más de 40 años y siguen soñando ser los protagonistas de su vida.
NO ES TARDE
Ni con 50 años
Y tampoco con 60, 70 ni 80 años.
Cada día cuento experiencias, ideas, experimentos y cualquier cosa que me haya servido o sospeche que pueda servir para dejar de ser espectador y convertirme en actor de mi vida.
¿Dónde? aquí arriba, poniendo tu email.
Por cierto,
1. Me llamo Miguel Gomis.
(Sé que da igual como me llame. Es un gesto de educación y presentación).
2. Tengo una lista de suscripción sobre gestión emocional que te acerca al estilo de vida de actor (la que te he descrito antes).
3. Puedes ver un vídeo que contiene un truco para empezar a aplicar hoy mismo para ponerte en el papel de actor y dejar el de espectador.
Y en esta presentación te podría contar,
con todo lujo de detalles y argumentos,
todas las cosas que he conseguido,
todas las cosas que tengo,
por qué deberías seguirme
y lo guay que soy.
No lo haré
La realidad, es que soy una persona muy normal.
Seguramente como tú, a menos que seas el mejor o de los mejores en algo.
Bueno, lo de “guay” es cierto.
Me consta que lo soy para muchas personas
(no lo digo yo, lo dicen ellos).
Para todo lo demás, insisto, soy una persona muy normal.
Siempre he sabido que
Una vida mejor no se regala,
SE CONSTRUYE
Yo te propongo una suscripción gratuita con la que puedes adoptar ideas para mejorarla.
Mi lista no es la más lista, pero está llena de ideas, entretenimiento y productos.
Lo importante de esta suscripción gratuita es su contenido
y que puedes borrarte cuando quieras, sin explicaciones.
Y volverte a registrar todas las veces que me eches de menos.
Y volverte a borrar cuando me aborrezcas
…y volverte a registrar cuando… ya me entiendes ¿no?
ESO SÍ,
no te voy a hablar del crecimiento personal tipo
“si lo deseas de verdad y hablas con el universo, lo consigues”.
– NO –
Te hablaré del Crecimiento de verdad, el que te pone en movimiento, el que te hace más consciente con lo que sientes, con lo que piensas y con lo que necesitas de verdad.
El que me hizo conseguir una vida mejor.
Una vida en la que soy el protagonista y no el espectador.
Tu email para recibir cada día tu email:
Lo que no quieres saber
Ya que has llegado hasta aquí, te voy a pedir que prestes mucha
ATENCIÓN
Te voy a contar un perfil habitual en personas. Es el personaje que más abunda en esta sociedad:
· Una persona común ha ido a la escuela y se ha formado más o menos en algo.
· Esa misma persona común, consigue un trabajo e intenta sobrevivir en él aguantando a compañeros y jefes hasta su jubilación.
· También aguanta tener que levantarse muy temprano y pasar muchas horas haciendo algo a cambio de una cantidad de dinero a final de mes.
· Habitualmente, esa cantidad de dinero es poco para toda la responsabilidad y trabajo que hace en ese mes.
· Con suerte, el sueldo de su trabajo le da para sobrevivir más o menos todos los meses del año.
· Con mucha suerte, su trabajo termina gustándole (aunque lo que ocurre realmente es que se acostumbra a él).
· Por el camino, se ha enamorado.
· Se ha desenamorado.
· Quizá hasta le han puesto los cuernos.
· Se ha vuelto a enamorar.
· Ha tenido hijos.
· Ya no aguanta a su pareja, pero sigue con ella por comodidad o costumbre.
· Quizá llega a conocer a sus nietos.
· Se siente mayor y cansado.
· Cada vez tiene más achaques.
· Se muere. Se acabó.
· Fin.
Pero, como en toda buena historia, puede tener un final distinto.
Un final más feliz.
O mejor aún, que no sea al final.
Que esa felicidad llegue a mitad o al principio de la historia.
Te lo cuento día a día registrándote aquí arriba
Quiero un final feliz
Lo sé.
Todos queremos el final feliz después del masaje.
Bueno, hay algunos raritos que no. Que dicen no querer un final feliz.
Si no eres uno de estos raritos, puedes seguir leyendo.
Eres humano y esta web es para humanos.
Te cuento:
Todos los días vas a recibir un email con ideas, tal vez consejos, experimentos, formas de vida, productos y algún que otro artículo basado en la ciencia y mucha más variedad siempre orientada para conocer herramientas que ayudan a mejorar la vida de las personas.
Entre las herramientas, están incluidas las que hacen que te levantes con menos esfuerzo para ir al trabajo
(¡oye!, que no es poco).
Con la mejora en la gestión emocional, pasas a otro nivel.
No sé si hará más feliz tu vida (te insisto en que la mía sí), lo que sí sé, es que te permitirá sufrir menos.
Y oye, si sufres menos, tu vida cambiaría a mejor ¿no?.
Mi vida pasó de mediocre a EXCELENTE.
…y sigue mejorando.
De hecho, me da la sensación de que lo “bueno” de verdad, está por llegar.
Un Regalo – Dos Secretos
Si has llegado hasta aquí leyendo, tienes mérito.
Y mucho. Vaya paciencia has tenido.
O vaya dedicación te has propuesto tener en tu vida.
Y yo valoro esas cosas.
Vas a tener acceso a un vídeo con un secreto para que tu situación empiece a cambiar.
(si aplicas lo que te cuento en el vídeo, claro).
Y no te hablo de hacer el pino con una mano mientras recitas mantras en la montaña vestido únicamente con ropa interior a las 5 de la mañana en pleno enero y con dos velitas y una varilla de incienso a tu lado.
NO
Es un truco muy sencillo del que hablo. Quizá hasta lo conozcas, pero aún así, tiene un gran valor que no todo el mundo aplica y que merece ser recordado.
Y este vídeo es gratis con tu suscripción a una de las listas con más valor gratuito en Crecimiento Personal.
Así de fácil.
Así de gratis.
Recuerda que suscribirse es gratis y borrarse también.
Ningún compromiso.
Todo facilidades.
Todo oportunidades de mejora.
Aquí arriba tu email para saber de mí todos los días.
Que tengas un día lleno de oportunidades.